¿Sabías que las cachimbas suben tus niveles de glucosa en sangre?

Desde hace unos años, las cachimbas (o shishas, hookah, o pipas de agua, como prefiráis llamarlas) han ido poniéndose de moda. No son pocos los jóvenes (y no tan jóvenes) que cuentan con una, o se reúnen en bares donde las sirven. Pero, ¿puede tener efecto sobre nuestra diabetes? La respuesta es “sí”.

Las primeras pipas de agua parecen datar del siglo XVI, cuando el Imperio safávida dominaba lo que hoy sería Irán. Aunque fue en la India donde se convirtió en un símbolo de estatus para la aristocracia y la alta burguesía, ya que les permitía fumar evitando algunos de los problemas de salud asociados al tabaco.

Pero la comunidad médica hoy en día la pone a la misma altura del cigarrillo. No en vano, salvo que se limpie a fondo, es una incubadora de gérmenes que aspiramos, como los químicos tóxicos que se usan para varios sabores. Por no hablar de su efecto en la presión sanguínea, o las inflamaciones y el riesgo de cáncer que produce fumar (lo que sea).

Vamos, que una sola sesión de shisha es peor que fumarse un paquete de cigarrillos. Y no lo decimos nosotros, lo dice la universidad inglesa de Sussex.

En ese estudio, que siguió a casi 10.000 personas, se asoció de forma directa el uso de cachimbas a una mayor obesidad, y también a la diabetes tipo 2.

Pero también parece que fumar en cachimba aumenta los niveles de glucosa en sangre, del mismo modo que el tabaco. Se debe a que la nicotina que se fuma (que llega a ser la misma que con una calada a un cigarrillo) desata la fabricación de glucosa por parte del hígado.

Tampoco ayuda el monóxido de carbón aspirado, mucho mayor que en los cigarrillos, y que afecta a la capacidad de los glóbulos rojos.

Aunque los científicos aún discuten el motivo exacto, de lo que no cabe duda es de la relación entre fumar, aunque sea en cachimba, y un aumento de los niveles de glucosa.

¡Así que nuestra recomendación es que os mantengáis lejos de toda clase de humos!