Hace un tiempo os hablamos de la diabetes de Nacho, el central del Real Madrid y la Selección. Hoy es un jugador que ha compartido vestuario con él, Borja Mayoral, el protagonista de nuestro post.
A Borja le detectaron la diabetes muy pequeño. Bebía mucha agua y orinaba mucho, así que sus padres fueron previsores y le llevaron al médico para hacerle pruebas. Un diagnóstico de diabetes tipo 1 que llegó antes de que con 7 años comenzase a jugar en las categorías inferiores de la Agrupación Deportiva Parla.
Apenas tardó 3 años en llamar la atención del Real Madrid, que le fichó para sus alevines. Para él, la diabetes nunca ha sido un obstáculo, como comentaba en una entrevista: “Es una enfermedad llevadera. Si te cuidas la alimentación y llevas unos controles, no tiene ningún impedimento para la vida y menos en el deporte”.
En el Real Madrid fue ascendiendo por todas las categorías juveniles. Su olfato goleador le valió incluso para saltarse algún paso, a la vez que, para entrar en las categorías inferiores de la Selección Española, con la que ha ganado un campeonato de Europa sub-21 (2019) y otro sub-17 (2015).
Por supuesto, Borja toma sus precauciones a la hora de jugar: “Tengo mis controles, he de mirar el azúcar antes de jugar y de los entrenamientos, pero lo llevo con naturalidad. Yo animo a la gente que la padece porque es una enfermedad muy llevadera si te cuidas. Llevo siempre mis bolis para pincharme y el parche para medir el azúcar, porque al final es mi salud”.
En la temporada 2015-2016 llegó a debutar con el primer equipo madridista, que le buscó acomodo la siguiente temporada en Alemania, donde jugó una temporada en el Wolfsburgo. La siguiente temporada volvió Madrid, donde ganó la Liga de Campeones, la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.
Ahora encadena dos años de cesión en el Levante, que le están llevando a madurar como futbolista, y a convertirse en un delantero más completo, que seguro que alcanzará algún día el 9 de la Selección absoluta.