Nicholas Llanos es un joven futbolista colombo-croata, que debutó en su día con la selección sub17 de Croacia. Cuando le llamaron del América de Cali, uno de los clubes punteros de Colombia (el país de su familia), pensó que podía ser un gran paso en su carrera… sin embargo, y pese a una buena pretemporada, el hecho de tener diabetes le dejó fuera del equipo, sin disputar un minuto.
Ahora disfruta jugando de vuelta en Croacia, en el NK Croatia Zmijavci. Desde allí nos contesta unas preguntas:
Llegaste al América como una estrella, y el entrenador no te dejó ni debutar. ¿Cómo te enteras de que todo se debía a que tenías diabetes?
Sí, yo llegué al América como una estrella y, claro, esperaba grandes cosas, porque es lo que me prometieron, y yo como jugador profesional esperaba dar un salto ahí para poder seguir adelante con mi carrera.
Sobre la diabetes nunca me han dicho algo concreto; pero a mi papá, el entrenador y el presidente, el señor Tulio Gómez le dijeron que por qué a ellos nunca les habían dicho que soy un jugador enfermo. Allí la cosa de la diabetes no se trata bien, y todavía hay mucha ignorancia.
Una experiencia así debe suponer un duro golpe psicológico, ¿te costó volverte a sentir futbolista?
Después de esa experiencia no me ha costado volverme a sentir futbolista, porque yo soy futbolista con o sin diabetes. Soy un jugador hecho y derecho con y sin diabetes. La diabetes en mi fútbol no representa ningún problema, ningún obstáculo. Además, es mejor porque me cuido mejor, como mejor, y le doy atención a cosas a las que muchos jugadores con los que juego no se la dan.
Tu historia demuestra que es necesaria más educación sobre la diabetes. ¿Se da poca visibilidad al problema? Grandes jugadores son diabéticos y la gente apenas lo sabe…
Pues sí, porque este tema es… por acá por Europa no tanto, porque es una enfermedad a nivel global y no es tan cerrado el tema como en Colombia, por ejemplo. Pero claro que mucha gente no sabe cómo se maneja la diabetes, y no sabe que una persona jugando al fútbol con diabetes no tiene ningún obstáculo. La gente debería enterarse un poco más de lo que es la diabetes, y de que no es ningún problema.
Un partido es largo, y necesita de muchos momentos de esfuerzo. ¿Llevas un medidor continuo de glucosa?
Sí, claro. Un partido es largo y siempre tengo mi medidor, mi sensor, que es una cosa nueva, y ya no tengo que pincharme más en los dedos para ver cuánto tengo de azúcar, simplemente cojo el aparatito y lo pongo sobre el sensor, que me dice a cuánto está mi azúcar. Eso me ayuda mucho, y es un plus muy grande en mi vida futbolística con diabetes
¿Qué haces si notas una bajada de glucosa en pleno partido?
Pues con mi fisioterapeuta, en el banquillo, siempre tengo zumo, y con un poco de zumo subo los niveles muy pronto, y puedo seguir jugando sin ningún problema.
Ahora juegas en el Croacia Zmijavci, de la segunda división croata. Habéis hecho una buena primera vuelta y estáis en la zona alta de la tabla. ¿Hay posibilidades de ascenso?
Pues sí, estoy jugando en el Croacia Zmijavci, por ahora nos va muy bien, esperamos ganar el próximo partido para poder acabar en tercer lugar. Posibilidades de ascenso no. Se había prometido jugar para ello, pero en estos momentos es muy difícil, porque se trata de un pueblo pequeño, y no habría recursos para jugar en primera división.
¿Sigues la liga española? ¿Se diferencia mucho en estilo la liga croata?
Sí, la sigo. Pero para serte sincero la liga croata no tiene la misma calidad. Hay equipos que sí saben jugar, que son muy buenos, como por ejemplo Dinamo de Zagreb, Hajduk Split, Osijek, Rijeka… pero luego no hay una gran diferencia entre la segunda división y esos equipos que no están en el top de la primera liga croata. A mí me gustaría mucho jugar en España por el idioma y el estilo de juego, veremos si en un futuro cercano puedo hacerlo.